viernes, 27 de julio de 2007

VELERO DE REGATAS


Este velero de regatas no anda a la deriva, y menos desequilibrado. Sortea el devenir rítmico de las olas a su antojo, o al antojo del viento del que se nutre, pues sin agua salada y viento que la zarandee no hay velero para regatas.
Este es un velero que se hace azul entre el agua y el cielo, a fuerza de viento y velocidad. Este es un velero con sus velas henchidas, en la cresta de su ola e inclinándose para no perder el camino. Este es un velero que se marca a sí mismo el ritmo y que sabe elegir los recovecos del mar. Este es un velero que se hizo a la mar desde la ensenada tranquila hasta las aguas revueltas. Este es un velero andaluz al que un día se subió el pintor para que lo condujera al lugar inmenso y abierto de los colores azulosos. Este es un velero a pleno día, y en pleno mar.

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